Rev AiBi. 2021; 9(3): Pág 43-48, Septiembre - Diciembre, ISSN: 2346-030X, e2582

     http://dx.doi.org/10.15649/2346030X.2582

 

 

 

Competencias del docente de educación universitaria para desarrollar la investigacion desde su práctica pedagógica y didáctica.


Competences of the teacher of university education to develop research from their pedagogical and didactic practice.

Clara Lilia Araque Suárez1 Belcy Socorro Araque Suárez2

 

 

  1. Universidad de Pamplona, Pamplona – Colombia. E-mail: clas217@gmail.com Autor de correspondencia
  2. Instituto Superior de Educación Rural, Cúcuta – Colombia.

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Cómo citar este artículo: C. L. Araque-Suárez y B. S. Araque-Suárez, “Competencias del docente de educación universitaria para desarrollar la investigacion desde su práctica pedagógica y didactica”, Aibi revista de investigación, administración e ingeniería, vol. 9, no. 3, pp. 43-48, 2021. 10.15649/2346030X.2582

 

Recibido: 05 de mayo de 2021.

Aceptado: 18 de agosto de 2021.

Publicado: 1 de septiembre de 2021.

 

 


 

Atribución 4.0 Internacional (CC BY 4.0)

 


 

Resumen La indagación de competencias del docente de educación universitaria para desarrollar la investigación desde su práctica pedagógica y didáctica, se enfocó en interpretar los fundamentos teóricos y metodológicos que subyacen en las concepciones de los docentes en el ámbito universitario acerca de la investigación y develar los paradigmas que fundamentan la investigación en los docentes universitarios, mediante el proceso cualitativo, fenomenológico y hermenéutico, con notas de campo, entrevistas en profundidad a cinco informantes claves de la Universidad de Pamplona, Norte de Santander, Colombia. Se encontró que algunos profesores aplican competencias de investigación como motivar el aprendizaje significativo con ba se en el aprender a investigar investigando, otros se apegan a las instrucciones unidireccionales, el espacio local y el diálogo tienen relevancia y se han obtenido logros satisfactorios por medio del proceso de indagación conjunta docente-estudiantes.
Palabras clave: competencia, docente, investigación Educación Universitaria.


Abstract The research of university education teacher competences to develop research from its pedagogical and didactic practice, focused on interpreting the theoretical and methodological foundations that underlie the conceptions of teachers in the university field about research and unveil the paradigms that they base the research on university professors, through the qualitative, phenomenological and hermeneutical process, with field notes, in-depth interviews with five key informants from the University of Pamplona, Norte de Santander, Colombia. It was found that some teachers apply research skills such as motivating meaningful learning based on learning to investigate research, others adhere to unidirectional instructions, local space and dialogue have relevance and satisfactory.
Keywords: competence, teacher, research, university education.


 

I. INTRODUCTION

 

 

Los cambios que se plantean en el proceso educativo involucran el quehacer de los educadores, incluso a nivel de las universidades, porque ya no se puede seguir enseñando del mismo modo como se recibió la educación, era otro siglo, otro contexto social y otras demandas; actualmente existen realidades necesarias de atender y considerar, como la relevancia de la participación consciente de los educandos en los diferentes procesos y etapas de su educación, la actualización profesional de los educadores, la reflexión y metacognición [1].

 

Los docentes de las universidades como todos los profesionales, se encuentran con la demanda de responder a competencias definidas y promover competencias por y para los alumnos, una de estas competencias es la investigación, no como requisito técnico administrativo, sino como proceso formativo mediante el cual replantea, mejora, innova o amplía su práctica pedagógica y didáctica. Así, la indagación como función del escenario universitario trasciende y cumple la tarea de hacer de la relación teoría práctica, un proceso de contribución a nivel del profesorado, la institución, la sociedad y país.

 

Según [2] la valoración y aplicación de la indagación como proceso y competencia profesional, lleva a tener en cuenta que “es fundamental para formar, contar con docentes competentes, es decir, enseñantes que conocen y saben. Esta situación lleva a comprender que la competencia y el saber son recíprocos, por tanto, entraña un saber pensar, saber desempeñar, saber interpretar, saber actuar en diferentes escenarios, desde sí y para los demás dentro de un contexto determinado (p. 5)”. 

 

Como se aprecia, la acción investigativa es diversa y los profesores, la Universidad como guías de pautas en los estudios de economía, política, ciencia, cultura, educación y otras disciplinas [3], no pueden quedarse en repetidores de las construcciones de otros; deben crear aportes según la realidad nacional y global, ayudar a los ciudadanos de distintas edades [4], contextos y características a mejorar la interrelación con la familia, el país, las instituciones, la sociedad, el planeta. Así como hacer de la convivencia, el aprender, enseñar, trabajar una realidad de armonía, paz, satisfacciones y ascensos por meritocracia [5].

 

En este sentido [6] subraya que “el papel de la universidad es, entonces lograr el sincretismo de la imaginación y la experiencia, y dicha tarea establece un marco en el que la doble actividad de enseñar e investigar se posiciona como una de mucha valía para la docencia, pues permite mantenerse a la vanguardia. El proceso de enseñanza se hace desde un pensamiento vivo, construido por docentes y estudiantes investigadores, en la aventura de desarrollar conocimiento (p.187).”.

 

Así, las bondades de la indagación ayudan habitualmente a mejorar, porque quienes se inmiscuyen en este inacabado escudriñar del ser, hacer, conocer y convivir, deben y pueden evolucionar como profesionales, personas y ciudadanos nacionales- planetarios [7]. Es un escenario exigente, pero igualmente satisfactorio, con procesos y frutos compresibles desde la misma participación en la indagación [8].

 

La educación universitaria, de acuerdo con [4], es “un proceso fundamentado en un estudio multidisciplinario que está comprometido con el desarrollo integral del aprendiz, con la cultura y la ética profesional, con las transformaciones sociales y con el modelo sociopolítico del país. (p. 491)”. Esto indica un gran encargo, posible de lograr en la medida que el personal integrante de estos centros de estudios se inserte de forma teórica, práctica y real en la academia del siglo XXI [9], es decir abiertos a otras estrategias didácticas, participación crítica-reflexiva y constructiva de los educadores, así como la integración, trabajo con y en la comunidad [10]. La indagación se erige como un proceso de aprendizaje, enseñanza, creación y desarrollo; imprescindible de cualquier acto de conocimiento [11]; que no solo promueve la capacidad para examinar con heterogéneas aristas el presente [12], sino algo más valioso y trascendente, ejercitar su propio estilo cognitivo, por tanto, al construir el vínculo docencia-investigación profesores y discípulos se conviertan en artífices de su propio proceso formativo [13].

 

En los centros universitarios es fundamental según [14], contar con individuos cada vez mejor preparados para afrontar las diversas situaciones de la vida cotidiana, laboral y de estudio, amerita el desarrollo de su pensamiento, que adquieran una visión distinta al abordar todos los fenómenos de la naturaleza, que reconozcan que en sus cerebros está el futuro de la sociedad, que sean personas curiosas por naturaleza y desarrollen la observación y la indagación constante, en definitiva, se hace referencia a un individuo formado en y para la complejidad.

 

Al contextualizar lo expuesto se tiene que [12] aplicó un estudio para evaluar el desarrollo de la investigación en las universidades en Colombia, el mismo abarcó a ciento ochenta y siete centros de educación superior, entre las debilidades identificadas se encuentran, las escasas competencias investigativas, además de la falta de recursos y las frágiles relaciones con la academia internacional, entre otros aspectos. Así se demuestra que: “La actividad investigativa no se ha constituido, hasta ahora, en el eje fundamental en ninguna de ellas”.

 

En la Universidad de Pamplona, específicamente se observa una tendencia a enseñar a investigar en tres modelos, el tradicional, híbrido y contemporáneo. El docente apegado al modelo tradicional, presenta en clase un esquema, los educandos lo cumplen, elaboran el informe, no asisten, ni integran a los alumnos a los semilleros de investigadores, expresan que los estudiantes no saben indagar.

 

En los docentes quienes realizan el modelo híbrido, aportan esquema, orientan la delimitación del problema, pero específicamente a determinados autores indicados por el educador, con más énfasis en el paradigma cuantitativo y los educandos, emplean índices, cálculos y las temáticas varían escamante entre un estudiante y otro, es decir, los problemas son bastante similares [15]. Los educadores contemporáneos, son investigadores activos, apoyan el trabajo en el contexto desde problemáticas del interés de los aprendices, trabajan y animan la participación en los semilleros de investigación, generalmente emplean la indagación cualitativa, aunque no excluyen la cuantitativa.

 

A tal efeto, se plantea un estudio con el objetivo de Fundamentar el conocimiento y la práctica del desarrollo de las competencias investigativas de los docentes universitarios en su práctica pedagógica y didáctica, teiéndose como objetivos específicos, interpretar los fundamentos teóricos y metodológicos que subyacen en las concepciones de los docentes en el ámbito Universitario acerca de la investigación, y develar los paradigmas que fundamentan la investigación en los docentes universitarios.

 

 

II. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

 

 

a. Educación universitaria

 

Las universidades tienen varias funciones, a saber, se trata de encausar la vocación, actitudes, aptitudes, habilidades, es decir, hacer consciente y responsable a cada estudiante de su proceso de formación, el autodescubrimiento, su la importancia-alcance como ciudadano con derechos y deberes. Por tanto, su tarea se vincula a una óptima sociedad, allí se conjugan el ser, hacer, conocer y convivir. En esa dirección [16] argumenta que las universidades deben preparar a futuros profesionales que deberían ser capaces de utilizar sus conocimientos no sólo en un contexto científico, tecnológico o económico, sino además poderlo aplicar a necesidades sociales y medioambientales más amplias (p.1).

 

Esto va más allá de abarrotar los programas de contenidos, ejercicios o innovaciones, todos relevantes, pero no suficientes. Se refiere a la educación integral, vinculada a la cotidianidad, a la posmodernidad y sus requerimientos actuales. De modo que se trastroque la concepción de “instituciones educativas como paso obligado con una representación objetiva importante frente a la educación; pero, en su vida cotidiana no se presentan esperanzas de futuro” [1].

 

Si bien es facilitar el ingreso a las universidades. “el acceso a la enseñanza superior (debe ser) abierto a toda persona que haya finalizado satisfactoriamente la enseñanza secundaria u otros estudios equivalentes o que reúna las condiciones necesarias, sin distinción de edad y sin ninguna discriminación” [3]. En contraste con esta pretensión, en Colombia, según [1], “los estudiantes, los profesores, la formación y la investigación, fueron desplazados por la presentación adecuada de la información y seguir los lineamientos internacionales”. (p. 59).

 

Como se aprecia, urge superar el modelo educativo tradicional, con instituciones renovadas y actualizadas con los equipos de labor contemporáneos, de vanguardia, a la vez estrategias didácticas dirigidas a superar los estudiantes pasivos, apáticos, desinteresados, interruptores de clase y docentes dadores de clase.

 

Apremia potenciar la formación educativa universitaria, con el desarrollo de la habilidad de pensar, investigar, construir y deconstruir saberes, para acceder a otros niveles de conocimiento, comprensión, valores, procedimientos, vivir en la complejidad, globalización, la relatividad y renovación-inmediatez de la información. En concordancia con estas características, [11], acota que en Colombia en las universidades se procura atender que las demandas de los aprendizajes contemporáneos; la formación por ciclos que permite la movilidad entre los niveles de educación –técnica profesional, tecnológica y profesional universitaria– y da oportunidad a los jóvenes al final de cada ciclo de vincularse al mercado laboral; y, la movilidad académica, que permite el cambio de escenarios físicos de aprendizajes, dentro de la misma institución, por programas, y entre instituciones. (p. 15). 

 

En efecto, pensar, actuar, decidir, adecuar, revisar, investigar, para responder proactivamente a las demandas de los aprendizajes contemporáneos, es una tarea insoslayable, tanto por los entes rectores de la educación como por los docentes. El requerimiento exige participación, expresión, crítica constructiva, aprender a indagar examinando, inexcusable relación teoría práctica, autonomía en el aprendizaje, reflexión.

 

b. Educación humanística

 

La educación como proceso tiene diferentes teorías que la permean y orientan su desarrollo, una de estas es el humanismo, definido pr [8] como aquella enfocada en “formar integralmente a las personas como tales, a convertir a los educandos en miembros útiles para sí mismos y para los demás miembros de la Sociedad… pone énfasis, además de los temas curriculares, en la enseñanza de normas, valores y creencias que fomenten el respeto y la tolerancia entre las personas (p. 1).”

 

Se interpreta que el humanismo aborda dos componente el individual y el social, el primero porque fomenta en los ciudadanos la internalización y aplicación de valores como la responsabilidad, solidaridad, miramiento de su propio proceder, respeto hacia las normas legales, institucionales y sociales; para esto el Ministerio de Educación Nacional establece las competencias ciudadanas, entendidas según [11] como “el conjunto de conocimientos y de habilidades cognitivas, emocionales y comunicativas que, articulados entre sí, hacen posible que el ciudadano actúe de manera constructiva en la sociedad democrática” (p. 1).”.

 

En las universidades, el humanismo se asienta en la valoración y resalte de la condición humana, persona como sujeto provisto de conciencia, autonomía y con capacidad para razonar; esto reflejado en la relevancia y ejercicio de la deliberación crítica, pensamiento, innovación, adecuación a las necesidades antrópicas, respuesta proactiva a situaciones urgentes, interés y acción para solucionar problemas éticos y la concepción curricular integral en contrario al saber especializado y separado.

 

Según [15] en este escenario humanista, se pueden distinguir el desempeño en docencia. Eso implica para el educador involucrado, entablar interrelaciones con los educandos, interesarse por las necesidades, preferencias y detalles, desplegar la atención en pequeños grupos o individualizada, ejercer la didáctica en otros ámbitos distintos al aula, es fundamental que la clase sea una comunidad en acción, la educación es una manera de ser y de existir. Para el docente universitario su técnica predilecta debe ser el diálogo y la interrogación; como opción para provocar en los estudiantes el pensamiento crítico y la reflexión, examinar, cuestionar, revisar sus propias preguntas y respuestas. Los profesores deben mantener una actitud de comunicación, distinguirse por ser intelectuales conscientes, autocríticos y analíticos.

 

c. Competencias investigativas

 

En el desarrollo de la investigación universitaria es indiscutible el desarrollo de las competencias para promover la actividad indagadora de la realidad en sus temáticas y problemáticas. Eso implica concebir a la universidad como espacio gestor de conocimiento y los profesores como sujetos a quienes compete la función de orientar la aplicación de la indagación y comunicar dicha construcción en procesos socializadores.

 

Esto lleva considerar los planteamientos de las competencias del docente universitario en el dinamismo contemporáneo de los saberes. Se entiende por competencias profesionales, según [10] “la posibilidad de activar en un contexto laboral específico, los saberes que pueda poseer un individuo para resolver óptimamente situaciones propias de su rol, función o perfil labora” (p. 197). Sin olvidar que se labora con seres humanos con diferencias y semejanzas entre sí.

 

Al respecto, [7] agrega que una competencia desarrollada me otorga poder en el marco de las habilidades básicas y socioemocionales, para hacer, conocer, desarrollar valores en mi rol social y poder tomar decisiones; encontrar mi identidad y proceder con lo que se conoce y se piensa de manera natural y habitual, con disfrute, con rasgos propios y motivaciones, más allá de los esquemas curriculares institucionalizados (p. 22).”.

 

Desde esta óptica las competencias adquieren el sitial de amplitud adecuado, al trascender el aprender para aprobar una asignatura, o para demostrar a los adultos significativos determinados aprendizajes. Se desprende, entonces su carácter integral, al abordar el ser humano como un todo, que está en él y en las partes y viceversa, como plantea el paradigma de la complejidad.

 

En este escenario es pertinente la conjugación entre lo científico, académico, técnico, artístico, social y esencialmente humano. Tal como lo acota [5], “la formación universitaria no solo está ligada a lo laboral sino que, como toda educación formal, debe preocuparse de la persona en su integridad, como un ser en desarrollo y como sujeto social” (p. 34)”.

 

Específicamente en cuanto a la competencia como docente investigador, [10] expresa el insoslayable requerimiento de “innovar en su realidad y en su contexto. Para conseguir todos estos objetivos será necesario mantener una actitud de constante reflexión y crítica, de autoperfeccionamiento, de formación, de compromiso ético con la profesión” (p. 200). De esta manera la renovación es la etiqueta identificadora, unida a la formación continua, tanto en el saber, como el saber estar, estar y hacer.

 

Para [13], la investigación como competencia permite desarrollar la formación operativa y permanente del investigador de este siglo, sustentada en la producción de conocimientos dirigidos al desarrollo de potencialidades intelectuales y académicas de alto nivel mediante el uso de principios que se complementan denominados: universalidad, democracia, innovación y pertinencia social, equidad y calidad.

 

El educador como todo profesional amerita formación en el ejercicio regular y enriquecedor, al conjugar teoría y práctica, como revisar constantemente los planteamientos epistemológicos, ontológicos y paradigmáticos que se revelan en la labor innovadora de la investigación. Se aporta constructos a los saberes científicos, académicos y pedagógicos.

 

No basta que el docente universitario sea mediador entre el saber y el estudiante, facilitador de la investigación, tutor, dirigente, instructor y verificador del trabajo y del aprendizaje discente, deberá intervenir y propiciar el desarrollo de competencias básicas, para colocar en juego y en acción la teoría y la práctica. Superar la sola apropiación de conceptos, datos y hechos, para aperturarse a innovar, explorar, re-crear.

 

A saber, la competencia resulta ser un término polisémico, mezclado por la heterogeneidad de acepciones, que transitan el saber dominar información y comprenderla respecto a disciplinas específicas, activación de habilidades, comprende “la posibilidad de movilizar los saberes que se aprenden como resultado de la experiencia laboral y de la conceptualización y reconceptualización diaria que la persona lleva a cabo en su trabajo, sumando y mezclando permanentemente nuevas experiencias y aprendizajes [10].

 

Es una construcción intra, interpersonal y extrínseca, intra porque depende de las motivaciones, preferencias y habilidades particulares, interpersonal debido a la construcción de significados al trabajar en grupo, tomar decisiones colectivas, examinar avances en un equipo. Además, es extrínseca, porque se pertenece a una esfera social, cultural, económica, que directa o indirectamente signa la cotidianidad.

 

De forma particular en Colombia se han creado los semilleros de investigación, concebidos como una labor conjunta docentes-estudiantes en la cual se generan “condiciones para que la semilla -futuros investigadores- constituya a su tiempo ese caudal de ´profesionales que desde la investigación den respuesta a la complejidad de los problemas de la sociedad [9]. Es toda una experiencia de integración y aprender haciendo, con sentido e intencionalidad formativa.

 

 

III. METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN

 

 

Para el desarrollo del trabajo investigativo se eligió el paradigma cualitativo, específicamente indagación del tipo fenomenología y hermenéutico, descriptivo, de campo, con la participación de cinco informantes claves. Al respecto, se tiene que los informantes, es decir, personas a quienes el investigador puede acudir para obtener los datos que amerita, en este caso fueron docentes que laboran en la Universidad de Pamplona, Norte de Santander, Colombia. Respondieron a entrevista en profundidad y se aplicó la codificación según ¡Error! No se encuentra el origen de la referencia.

 

 

IV. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS DE LAMINVESTIGACIÓN

 

 

En la categoría educación universitaria e investigación uno de los informantes claves señaló: La catedra se convierte en un espacio de discusión sobre los problemas de la realidad, la catedra se realiza desde lo cotidiano, como elemento orientador para que todo lo que se encuentre afuera sea utilizado como medio de aprendizaje ocupándose de las realidades del estudiante. (NC2, IC02 L2). (NC es nota de campo, IC informante clave L línea del registro de la información)

 

La investigación como indica el educador, en el caso de su práctica llega al aula, no del aula a la comunidad, porque es con base en la realidad local que los estudiantes se inmiscuyen en el proceso de indagar, dada la interacción de los educandos con variadas situaciones que puede ser objeto de estudio. Seleccionar, sin pensar qué es más fácil o difícil, sino en la trascendencia y motivaciones paras efectuar el examen de esas situaciones particulares que preocupan de la comunidad es una opción.

 

Otro informante clave expuso: Estamos desafortunadamente en un sistema donde la educación se mercantilizo, se tercerizó no solo en Colombia, sino en toda Latinoamérica pues, es difícil encontrar esa motivación, es complicado, por eso debemos centrarnos en el aula con el ejercicio de la docencia que es clave y de donde podemos hacer investigación, la investigación formativa (IC05 Tr3EPr L3). IC= informante clave 5

 

Aquí se identifica una de las situaciones que afecta la realidad educativa a nivel universitario, es decir, la mercantilización, porque las cifras de ingresos, aprobados y los cobros de matriculación, desvanecen cualquier interés por participar en la investigación como proceso natural, posiblemente por la preferencia a la cuantificación que a la formación integral y pertinente de los estudiantes.

 

En la subcategoría investigar para transformar, se identificó lo siguiente:

 

La investigación es como el campo real, porque muchas veces se genera investigaciones que se extralimitan en pensamiento e ideas que verdaderamente no aplican, por lo menos yo mis investigaciones las aplico en la localidad, pues es la localidad la que debemos conocer, explorar y la que por compromiso social debemos transformar (IC03  Tr7EPr L 4).

 

Los estudiantes al pensar en qué investigar suelen plantear tópicos diversos y generales, los cuales en algunas oportunidades son ambiguos, demasiado amplios o mezclas, por eso la labor del educador es guiarlos para delimitar y concretar lo que se desea indagar, allí es cuando la experiencia, profesionalismo y saberes como indagador se expresan y contribuyen para exponer al estudiante las consideraciones de la refinación del problema. Es menester considerar que los expertos al igual que los alumnos pasan por ese saneamiento, porque es un proceso de revisión, reflexión y decisiones, entonces no caben las expresiones de molestia por la reescritura, es parte del proceso, es cuestión de diálogo y asesoramiento sustentado.

 

En la subcategoría investigar para conocer la realidad se obtuvo: Lo interesante es formar al estudiante en la investigación, para que este tenga la capacidad de hacerse preguntas y de leer actitudes de conocimiento simbólico, emotivo y así formar profesionales que ayuden a solucionar las necesidades de sus contextos y comunidades sin perder la ética, la calidad e identidad. (NC8 IC04  L 5).

 

El informante indica dos aspectos relevantes, preguntarse qué debe ser parte de la actitud profesional y humana, rompiendo con el dejar hacer, dejar pasar, conformismo, esperar que otros creen y produzcan. Y el otro aspecto es hacer de la investigación con compromiso por sí mismo y los otros, de modo tal que se preocupe y ocupe efectivamente en superar las amenazas y aprovechar las fortalezas y oportunidades de la comunidad, porque no todo es negativo, ni imposible.

 

En la subcategoría orientación formativa de la investigación, se identificó: Yo creo que una de las grandes incertidumbres en el caso de nuestra universidad la Universidad de Pamplona principalmente creo que los muchachos les falta un poco de conciencia social en el sentido de entender la investigación no solamente como un compromiso en el aula de clase si no como una transcendencia y una extrapolación del conocimiento al espacio social (IC02  Tr27  EPr L 4).

 

El profesor señala una de las preocupaciones más comunes que experimenta el educador en al aula al enseñar a investigar, porque se siente e inclusive algunos educandos expresan su motivación, por tanto, la cultura investigativa es parte de su ser y hacer. En conocimiento de esto, el educador a pesar de las limitantes del tiempo, sigue con la contextualización y el planteamiento de preguntas propias para ganar la inclinación por indagar con entusiasmo, con deseos de averiguar lo que sucede.

 

 

V. CONCLUSIONES

 

 

En conclusión de los hallazgos, las contrastaciones teóricas y las reflexiones derivadas de este estudio, se puede indicar que resultan interesantes las experiencias de la pregunta como técnica de inicio en la indagación, el semillero de investigadores y la trascendencia de los estudios a instancias más allá de la universidad, como la comunidad, la solución de situaciones inherentes a personas discapacitadas mediante el trabajo mancomunado con los representantes del poder ejecutivo departamental.

 

Si bien las competencias expuestas por los docentes participantes en la investigación hacen referencia a su trabajo en aula, reconocen el rol de investigadores como labor para mejorar sus desempeños, desde su evolución como estudiosos orientan a los alumnos. Igualmente muestran de acuerdo que algunos profesores, solo investigan por interés para ascender en el escalafón, pero no se instala en ellos la semilla de investigadores, asimismo a veces la ausencia de apoyo institucional limita el trabajo.

 

En este orden de ideas los fundamentos teóricos y metodológicos que subyacen en las concepciones de los docentes universitarios entrevistados acerca de la investigación, corresponden a realizar estudios con vinculación social, aprender haciendo, construir el conocimiento, producir aprendizajes significativos, asumir el estudio y compromiso con la realidad social, aunque algunos profesores siguen en las prácticas de la educación tradicional.

 

Con respecto a los paradigmas que fundamentan la investigación en los docentes universitarios, se identificaron principalmente con la investigación acción participante, los estudios etnográficos, paradigma socio crítico, el constructivismo, y para otros el positivismo. Esto lleva a entender que las competencias del docente de educación universitaria para desarrollar la investigación desde su práctica pedagógica y didáctica son fundamentales para el desarrollo de la educación que la universidad requiere para el siglo XXI.

 

 

VI.  REFERENCIAS

 

 

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